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DIVIDIDOS
06/04/2008 - Estadio River
Por: Lucas Laviana Solanet - cronicas@recis.com.ar
Dedicado a Lenny
Se apagaron las luces del estadio de River y unas tupidas cabelleras aparecieron en el escenario. Comenzaron a sonar los acordes del famoso tema de Lenny Kravitz “Are You Gonna Go My Way” ¿El rockstar norteamericano había decidido venir a la Argentina a pesar de los problemas de salud que había argüido para cancelar su show en el Quilmes? No, eran Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella con pelucas, quienes rindieron le rindieron un ¿homenaje? Fueron 15 segundos que provocaron la carcajada masiva de todos los presentes, para luego pasar a lo que todos habían ido a ver, la aplanadora del rock argentino.
“Salir A Asustar” fue la canción elegida para arrancar lo que fue un recital a lo Divididos, bien arriba, que siguió con “Haciendo Cosas Raras”, tema histórico de la banda, y tres del disco Narigón del Siglo: “Tanto Anteojo”, “Elefantes en Europa” y “La Ñapi De Mamá”. El show arrancó casi sin parates entre las canciones y sólo “Ay, que dios boludo” pudo frenar el ritmo vertiginoso que llevaba hasta allí la velada.
Con el tema de “Vengo del placard de otro” Mollo bajó los decibeles y a su término hizo alusión a la parodia dedicada a Kravitz: “Me lo imagino tirado en la cama, con una bolsita caliente en el pecho”, dijo, visiblemente tentado por la situación. La gente no tardo en responder: “Es para Lenny que lo mira por TV”. Punto y aparte al palazo que recibió el músico estadounidense, y vamos al show del “Power trío” argentino.
Como es habitual, poco antes de mitad del concierto, Divididos redujo la marcha e invitó al escenario a Peteco y Demi Carabajal para interpretar un par de temas folklóricos del repertorio de la banda. Arnedo se colgó la guitarra criolla y, con Peteco en el violín y Demi en el bombo legüero, se pudieron escuchar excelentes versiones de “Ortega Y Gases” y “Qué Ves”. Para continuar con el estilo, Mollo invitó al escenario a la banda del folklorista Ricardo Vilca –fallecido el año pasado-, para tocar “Guanuqueando”, tema incluido en el último disco de estudio del grupo y cuya música fue compuesta por el propio Vilca.
Pasado el momento tranquilo, la aplanadora apeló a todo su poderío para evocar a Jimi Hendrix y su “Voodoo Chile”, y a Luca Prodan, con una intensa versión de “Mula Plateada”. “Pegamos los temas así se van a dormir temprano”, dijo Mollo, en alusión a Hendrix, Luca y Vilca. Luego siguieron con “Salir A Comprar” y “Spaghetti Del Rock”.
Un habitué de los recitales de la banda se hizo presente. El guitarrista “Alambre” González subió al escenario para acompañar al trío con “Par Mil” y “Zombie”, a mitad del cual se colaron algunos acordes de “Whole Lotta Love”, de Led Zeppelín. Un virtuoso solo de “Alambre” provocó la admiración de Mollo, quien lo calificó como “el mejor violero de la Argentina”.
Acto seguido llegaría un momento clave de la noche para los más fanáticos. Como ya había hecho en “El Roxy”, Divididos presentó, ahora masivamente, uno de los temas que integrará el nuevo disco. Sin revelar nombre, Mollo abogó porque todos lo disfruten. Con un aire hitero, la misma fórmula power de la banda y un estilo similar a lo que fue “Miente el after tour”, del disco Vengo Del Placard De Otro, el grupo dejó satisfecho a la mayoría de los presentes, que asintieron con gesto de aprobación ante la novedad.
Sin dejar descanso, comenzaron a sonar las primeras notas de “Cielito lindo”, que se tradujeron en un baile calmo, seguido por un pogo interminable en su momento cuasi punk, encadenado a “Sobrio a las piñas”, “El 38” y “Ala delta”. Divididos sacó a relucir sus pergaminos y finalizó el show con Walas, de Massacre y Fernando Ruíz Díaz, de Catupecu Machu en el escenario, cantando una poderosa versión de “Nextweek”, de Sumo.
La fecha de cierre del Quilmes Rock 2008 fue argentina, salvo por la presencia de los californianos de Black Rebel Motorcycle Club. No solo Divididos, sino también Catupecu y Massacre supieron demostrar que la música nacional está a la altura de las estrellas internacionales. Lenny Kravitz no vino, pero los acordes de nuestro país pudieron saciar la sed de rock de los espectadores que asistieron al estadio de River.
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